Rubén H. Bermúdez: «No necesitamos otra historia de sufrimiento»

En viernes pasado, en La Fábrica, Rubén H. Bermúdez presentó Y tú, ¿por qué eres negro?, un fotolibro que explora qué significa hoy ser negro y español. Nacido en Móstoles en 1981, este hincha del Atlético de Madrid indaga en su historia personal para explicar el sentimiento de extrañeza que le ha acompañado desde niño, su evolución política o el modo en que ha ido construyendo su identidad afroespañola. Este libro es el fruto de 4 años de investigación y algo más de un año trabajando a todo ritmo con una beca FotoPres. De la presentación, nos trajimos 11 flashes sobre el autor y el libro.

Por Rubén A. Arribas y Laura Caorsi
@estoy_que_trino / @lauracaorsi

01 | El punto de partida. Rubén H. Bermúdez (Móstoles, 1981) nació en un entorno blanco: toda su familia era blanca, excepto él. En el colegio, también fue el único negro hasta que un día llegó otro chico; otro que, según su profesor don Ramón, era «negro puro»; a diferencia de él, se entiende, que era negro, pero no tan puro… En su casa, nadie hablaba del tema. Mejor evitar los asuntos espinosos, ya se sabe.

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02 | El primer hallazgo. Un día, después de un partido del Atlético de Madrid, se cruzó en la calle con un tipo negro que lo saludó y se paró a hablar con él. Resultó ser un activista del movimiento panafricano. Durante la conversación, este le hizo la misma pregunta que todo el mundo: ¿por qué era negro siendo hijo de una familia española? Era la primera vez que una persona negra le formulaba esa pregunta. También fue la primera vez que le lanzaron una hipótesis que lo descolocó. A partir de sus apellidos —Bermúdez y Barriga—, el activista le dijo que podía ser descendiente de africanos que fueron esclavizados en España entre los siglos XV y XIX. ¿Esclavitud en España? ¿Eso cuándo lo explicaron en el colegio?

03 | Ausencia de referentes. ¿Qué referentes podía tener un niño negro en las décadas del 80 y del 90 en España? Pocos, muy pocos. Y tú, ¿por qué eres negro? recoge algunos de ellos: los Conguitos, el Cola Cao, la canción playera de Georgie Dann… Impacta ver, por ejemplo, que en la portada de la mítica serie de Érase una vez el hombre no había una sola persona negra (tampoco ninguna mujer…). Por suerte, y según muestran las páginas del libro, fueron apareciendo otros referentes algo más talentosos, como Magic Johnson, Carl Lewis o Grace Jones. De todos modos, el favorito de Rubén siempre fue Ruud Gullit. Tanto que empezó a sentirse un poco holandés.

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04 |El gesto de extrañeza. Al revisar el álbum familiar, Rubén descubrió algo común en muchas de las fotografías: una mueca de extrañeza; la de quien se siente —o a quien le hacen sentir— diferente; un gesto que puede metaforizar esa tensión permanente entre el silencio familiar y la insistencia de otros en preguntarle por su diferencia. Algunas de esas expresiones pueden apreciarse en la imagen que eligió La Fábrica para anunciar la presentación del libro.

05 |En conflicto con la identidad. Bermudez-xq-negro-3Si tú has nacido en Móstoles, te sientes español; tanto como cualquiera de tus vecinos, ¿no? Es lo normal. Por eso, cuando alguien te pregunta de dónde eres y le dices que de Móstoles, y no te cree e insiste en preguntarte que de dónde eres, al final, terminas por entender que esa persona cree que eres de fuera… Si eso te sucede muchas veces —y te sucede—, terminas sintiéndote no aceptado y en conflicto con tu identidad. Es más: terminas teniendo una infancia difícil y sintiéndote casi más holandés que español. Al fin y al cabo, en la selección de Holanda juega tu ídolo: el gran Ruud Gullit.

06 | La pérdida de la inocencia. A Lucrecia Pérez, la mató un guardiacivil por ser una «negra de mierda». Sucedió en Aravaca (Madrid) en 1992 y es considerado el primer asesinato racista de la España democrática. Rubén tenía entonces 11 años, cuenta en el libro, y añade: «El impacto fue tremendo. Ese día entendí que era negro».

07 | De niño simpático a joven sospechoso. Otro día, en un aparcamiento, le sucedió algo parecido a lo que había visto en el capítulo «Identidad errónea» de El príncipe de Bel Air: se quedó en el coche esperando a su madre y la policía, al ver un negro solo en un coche, se le acercó y le pidió el carné. «No tienes pinta de apellidarte Bermúdez», le dijeron. Lo humillaron, lo intimidaron. Ese día empezó a dejar de ser un negrito simpático para convertirse en potencial sospechoso de cualquier cosa mala que sucediese a su alrededor. Como Carlton en la serie, debió aceptar que la policía suele sospechar de ti si eres negro. Los perfiles raciales existen. Y se aplican.

08 | Tres fotógrafas, tres puntos de inflexión. En sus inicios, el proyecto de Y tú, ¿por qué eres negro? describió una trayectoria algo cambiante. Lo único que parecía claro era la constante acumulación de todo tipo de fotos y la libertad a la hora explorar cualquier arista relacionada con la negritud. Uno de los momentos clave para empezar a centrar el asunto sucedió cuando Rubén se incorporó a la revista Clavoardiendo; allí publicó 3 entrevistas con fotógrafas que lo marcaron en términos políticos: Inés Plasencia, quien le hizo ver que la fotografía es un agente importante en la construcción del racismo y lo puso sobre la pista de Guinea Ecuatorial; Agnes Essonti que lo ayudó con la clave autobiográfica; y Verónica Fieiras, cuyo trabajo sobre los desparecidos le resultó inspirador.

09 | Del gesto de extrañeza al gesto político. Rubén pertenece a ese grupo de artistas que se cuestionan desde dónde hacen las cosas, a quién se dirigen, cuál es el propósito de su trabajo. Él sostiene que la suya es «una mirada afrocentrada»; una mirada comprometida con la comunidad negra y rebelde contra el discurso fotográfico hegemónico. En el fondo, lo uno y lo otro están bastante unidos: casi toda la cultura fotográfica, explicó en la presentación, la ha producido la mirada del varón blanco, la mirada occidental; por tanto, a un negro mostoleño como él, formado en esa tradición tan poco diversa y centrada en sí misma, lo único que le queda es reapropiarse de ese imaginario y devolvérselo a la sociedad convertido en otra cosa. ¿Por ejemplo? En forma de un fotolibro que es un ensayo visual sobre la negritud.

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10 | El significado del color. «Ser negro es una construcción social. En Senegal yo no sería negro», dijo Rubén. Tampoco lo sería, insistió, si tomamos como referencia el trabajo Humanae, de Angélica Dass, sobre el color de la piel. Asimismo, la negritud es una construcción sobre la que conviene pensar. Al respecto, Rubén habló de algunas lecturas o artistas que lo han marcado: desde clásicos como Malcom X, Martin Luther King, Franz Fanon o Angela Davis a El Chojin, Ta-Nehisi Coates o Chimamanda Ngozi Adichie.

11 | Un libro con destinatario. Y tú, ¿por qué eres negro? es un libro que busca aportar algo constructivo a la comunidad negra. «No necesitamos otra historia de sufrimiento», dijo Rubén. De ahí que determinadas decisiones estéticas puedan leerse también en clave política; por ejemplo, evitar las imágenes de negros sufriendo (o, en todo caso, ponerlas fuera del encuadre). Es decir: evitar lo mil veces contado y proponer algo distinto, huir de la historia única y crear ese libro diferente que a él le hubiera venido bien encontrar en algún momento de su vida. Por ahora, dijo, los blancos lo reciben como un aprendizaje o una patada. En cambio, a los negros, les llega como lo que necesitan: un abrazo.

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Visita nuestra sección Otras perspectivas para conocer la propuesta de artistas urbanos y fotógrafos.

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