426 | Rolly Javier

Alrededor de 30.000 africanos viven actualmente en Euskadi, aunque apenas la cuarta parte de ellos procede de la zona subsahariana. No son tantas personas como sugiere la percepción social y, sin embargo, cargan con la mayor parte de los prejuicios. Por esa razón, de un tiempo a esta parte han impulsado diversas iniciativas que persiguen mejorar esta situación en el País Vasco. Proyectos como Koop SF34, un vivero de empresas que promueve su actividad comercial y profesional en el barrio de San Francisco, o el Movimiento Panafricano, una propuesta colectiva que hace foco en los aspectos socioculturales más relevantes, son dos ejemplos de ello.

El congoleño Rolly Javier Otadui integra este movimiento, que ayer celebró ‘Un café por África’ y que ha organizado una marcha con percusión y batucada para este miércoles a las 19 horas. “El 25 de mayo es el Día de África y, en ese marco, hemos desarrollado unas cuantas actividades para hacer visibles algunos de los problemas más importantes de nuestro continente, pero también para acercar nuestra cultura y gastronomía a todas las personas que lo deseen, sean de donde sean”, detalla. A lo largo de esta semana habrá proyecciones de cine, muestras gastronómicas y, ya en junio, un festival de música urbana con varios artistas africanos.

El cabeza de cartel es Frank-T, un conocido rapero y productor musical de origen congoleño que participa con frecuencia en programas como ‘El Rimadero‘, de Radio 3. “Es un lujo tenerlo”, opina Rolly Javier, que también se dedica a la música con el nombre artístico de DJ Javi. “Desde hace siete años, formo parte de un grupo de djs y organizadores de eventos que lucha para que la música negra se haga un hueco en la noche vasca y en las mejores salas de forma positiva, sin prejuicios y con un ambiente familiar entre extranjeros y autóctonos que coinciden en sus gustos musicales. El nombre del colectivo es ‘Follow the party’ y nuestra prioridad siempre ha sido esa: conseguir la aceptación e integración social en el mundo festivo de Bilbao”, explica.

Pero la música y el Movimiento Panafricano no son las únicas actividades de Rolly Javier, que trabaja en una importante fundación de Berango como educador social de menores con problemas de conducta y de relación familiar. “Me encanta mi trabajo. Efectuar labores sociales es lo que me llena y lo que le da sentido a mi vida. Me hace sentir mejor persona y creo que se me da bien”, indica, y añade su experiencia personal le ha resultado de gran utilidad para ello.

Familia vasca

“Yo emigré de Congo cuando tenía tres años. Vine con mis tíos. Primero nos instalamos en Madrid y luego nos trasladamos al País Vasco, pero seis años después, la relación familiar se truncó. Fue un momento crítico, aunque tuve suerte, porque me adoptó una familia vasca. Fui muy afortunado -insiste-. Es difícil que alguien se anime a adoptar un niño de diez años. Se percibe como un riesgo, predomina la duda de ‘vete a saber qué meto en casa’, y es un temor comprensible, desde luego, porque no sabes qué ha vivido ese niño, cuáles han sido sus experiencias o por qué situaciones ha tenido que pasar”, señala.

Rolly Javier se mudó con su nueva familia al Valle de Trápaga, donde aún reside. “No vivo con mis padres, sino con mi novia, que es de Basauri, pero nos hemos quedado allí porque es un sitio estupendo. Aunque casi todos mis amigos y las actividades están en Bilbao, me gusta volver al entorno tranquilo de Trapagaran y desconectar”, confiesa. También explica que sus padres adoptivos acertaron al permitir que mantuviera el contacto con sus raíces y otras personas de su mismo origen.

“Mis padres no me robaron la identidad, al contrario. Siempre fueron muy abiertos a que yo mantuviera viva esa conexión con mi país, con la comida, el idioma o la música. Fueron muy generosos conmigo, me dieron sus apellidos, me cuidaron, me criaron… y me hicieron hincha del Atlethic”, desvela divertido.

“Hay una parte de mí que es congoleña y una parte que es angoleña, porque de allí era mi madre biológica. Pero lógicamente tengo una relación de pertenencia muy fuerte con Euskadi. Soy afrovasco a tope, e hincha del Athletic hasta la médula”, explica Rolly Javier. “Además, ahora que tenemos un jugador de origen africano me siento aún más orgulloso de mi equipo y, por suerte, se ha terminado el debate”.
-¿Qué debate?
-El de por qué era forofo rojiblanco si era negro. Yo siempre he contestado lo mismo: porque soy de Bilbao.

Artículo publicado originalmente por Laura Caorsi en el diario El Correo.
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